lunes, 23 de febrero de 2009

DESDE PUIG OLIVA

El número y superficie de incendios ha aumentado en las últimas décadas. El fuego ha dejado de ser un elemento del paisaje mediterráneo, donde se había utilizado como una herramienta de gestión del territorio a convertirse en un grave problema ambiental, a partir del abandono de los espacios rurales y de su ocupación, de forma dominante, por parte de especies pirófitas.
Un incendio forestal, es un tema ambientalmente y socialmente grave, que nos lleva directamente a profundizar en la relación del hombre con su entorno, desde muchos campos de vista, puede parecer que el más importante es la perdida de masa arbórea, pero el ecosistema es más complejo.
Entran en juego aspectos de la biodiversidad, de la fauna, de la erosión, de la perdida de CO2, pero también sociológicos, para los habitantes de la zona implica en muchos casos el modus vivendi y siempre el emotivo, produce un impacto en los sentimientos de los habitantes de la zona.
En un primer momento con el “calor” reciente del fuego, de la magnitud de los acontecimientos, de la falta de información, todos nos sentimos muy unidos, todos somos grandes reforestadotes. Pero una vez pasado este primer momento, nuestro deber es hacer las cosas con estudio, reflexión de lo acontecido y de lo que hay que hacer, pero con la ilusión de que nuestros montes en unos años ganarán la batalla de la degradación de los mismos.
Desde estas premisas, pensamos en crear un grupo de personas, desde científicos, expertos, técnicos y voluntarios, que desde los distintos campos de actuación trabajarán en un protocolo de soluciones a los efectos producidos por un incendio forestal. Que este trabajo nos sirviera principalmente a nosotros, pero que también sirviera a otros que les pudiera pasar en el futuro.
Después de un año tan lluvioso ya teníamos ganas de que nos dejara un fin de semana dedicarlo a ver como estaban los montes quemados de Castejón de Valdejasa. No pudimos elegir mejor día, ya que la mañana fue espectacular. Habíamos quedado un grupo de personas del pueblo para con expertos desde diferentes áreas ver de una manera interdisciplinar como era esto de la regeneración de un bosque mediterráneo, quizá debido a la cantidad de nevadas era un poco temprano. Pero allí nos juntamos con técnicos medioambientales, geólogos, ingenieros agrónomos, ornitólogos, naturalistas, biólogos, apicultor: José María, Candido, Cristina, Miguel Angel, Olga, Pilar Lucía, Carlos, Manolo, Eduardo, José Manuel, Manuel, Eduardo, Alberto y Jesús a este grupo se nos unió unos profesores de la Universidad Zaragoza que se hallan estudiando las consecuencias del monte después del incendio, los profesores Maite Echeverría y Juan del Depto.de Geografía, junto con Javi que esta con un Beca haciendo la tesis doctoral sobre las consecuencias del incendio en la masa forestal. A este grupo también se unieron unos profesores alemanes que llevan tiempo estudiando en España, temas relacionados con la erosión en Arguedas y Bardenas, sobre todo las consecuencias del abandono de los usos tradiciones del suelo y su repercusión en la erosión, en la regeneración vegetal, etc., para ellos utilizan toda serie de instrumentos para sacar imágenes aéreas, desde el aire, desde globos, cometas, etc.
Después pasaron varios días haciendo fotos a todo el terreno desde sus globos.
Fuimos acompañados por Jacinto Diez, el agente de protección de la Naturaleza de Castejón, que nos explico los pasos que se están dando desde la administración. En todo momento y dado el carácter tan
dispar del grupo se dieron diferentes corrientes acerca de la actuación post-incendio que se resumirían en tres: una intervencionista que actuaría sobre la madera y sus componentes, otra que sería contraría a cualquier tipo de intervención que dejaría a la naturaleza su propia regeneración, y una tercera mixta que estaría por intervenir de una manera parcial sobre algunas zonas después de un estudio a fondo, y evitando la entrada de maquinaria pesada, y paliando la erosión.







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