En esta ocasión vamos a presentar a un emprendedor que tiene la ilusión de venir a vivir e instalar su empresa en Castejón de Valdejasa, desarrollar su profesión desde un pueblo pequeño como el nuestro no es ningún problema, quizá hasta sea todo lo contrario un aliciente y una oportunidad para desarrollarlo mas tranquilamente y sin ningún stress.Me llamo Santiago Martínez Arrieta y mi familia materna es originaria de Castejón de Valdejasa. A pesar de no haber vivido nunca en el pueblo, siempre he mantenido una vinculación ya sea directa o indirecta, a través de tíos y primos. Castejón para mí siempre será sinónimo de gratos recuerdos, pero sobre todo es una historia de olores, sabores y colores. Olor a campo, a hierba recién cortada, a paja, a monte, etc.; el sabor de una buena ensalada de tomates recién recogidos (los mejores que he comido en la vida), unas buenas magras, un buen conejo escabechado o de un buen vino; o los colores del monte en las distintas estaciones del año... Son largos paseos por la carretera de Val de Luna, subida al Paco, a Santa Ana, a Sora… vistas preciosas, y gratos recuerdos.
Yo nací en Reus, una ciudad de algo más de 100.000 habitantes en la actualidad; a
¿Qué puedo decir yo a los castejoneros, que ellos ya no sepan? Les diría que tengan mucho amor por el medioambiente, que es un patrimonio rico de todos, sin excepción, heredado de nuestros abuelos. Les diría, como le diría a cualquiera porqué nadie es perfecto, que aprendan de posibles errores y que trabajen por una sociedad justa y equilibrada que vive en armonía. Que no se dejen llevar por el tema de la especulación que tanto ha castigado la costa Mediterránea (eso es pan para hoy y hambre para mañana, con el agravante que te deja una crisis enorme y te destruye la naturaleza). Es la mejor herencia que se puede dejar para las generaciones venideras: ecología, equilibrio sostenible, sociedad justa y equilibrada que convive en armonía.
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